Se sabe que la capacitación forma parte del ingreso a una empresa y que ésta suele tenerla contemplada. No obstante, poco se habla de por qué es importante no sólo contemplarla sino invertir en ella y volverla obligatoria y continua, pues funge como un activo que puede llevar a una empresa a posicionarse de mejor manera al llevar a su capital humano a alcanzar su máximo potencial.
Sin embargo, una buena capacitación requiere no sólo de personas expertas en su tema sino de infraestructura, además de conocimientos multidisciplinarios. Y, si bien esto debería aplicar en todos lados, a lo largo de esta entrada me enfocaré en el sector inmobiliario, no sin antes especificar por qué la capacitación es más importante de lo que se piensa y qué podemos hacer como especialistas para volverla integral y funcional para los nuevos tiempos post pandémicos. Así que, sin más por añadir, procedo.
¿POR QUÉ LA CAPACITACIÓN?
Empecemos desde lo general, que es la capacitación como herramienta para llevar a cualquier empresa a que alcance sus objetivos. La capacitación es un tipo de Capital Intelectual, un recurso que genera valor dentro de un negocio, facilita la adaptación del mismo a los diferentes cambios y permite la innovación, por lo cual puede convertirse en una muy fuerte ventaja competitiva.
El Capital Intelectual radica principalmente en el conocimiento y habilidades de los empleados (capital humano), en la innovación estructural de la empresa (capital estructural), en la capacidad organizacional de la empresa (capital organizacional) y en la relación entre ésta y sus clientes y proveedores (capital relacional).
La capacitación, entonces, se enfoca en el capital humano, el cual ya de por sí llega con cierto expertise que enriquece al negocio; no obstante, si bien ningún ser humano es perfecto, sí puede ser perfectible, por lo cual sus capacidades pueden mejorar, así como también se les puede dar el enfoque adecuado para que la empresa cumpla sus metas.
La capacitación permite que quienes poseen más conocimientos teóricos se perfeccionen en lo práctico (y viceversa), que pulan sus habilidades sociales en caso de no tenerlas, que sepan otro tipo de cosas, que mejoren su resiliencia y, en otras palabras, que crezcan a nivel mental y personal.
No obstante, para que la capacitación sea efectiva debe ser continua y no limitarse sólo a cuando la fuerza laboral ingresa a la organización. Además, si se desea que la capacitación se traduzca en ganancias para la empresa, forzosamente trae consigo una inversión, por lo cual es preciso que los capacitadores san expertos en su rubro. Asimismo, se debe contar con infraestructura que permita que la capacitación sea óptima y permita el dinamismo y la interactividad para que los conocimientos se absorban de mejor manera. Y relacionado con esto último: la capacitación debe ser dinámica, proactiva y fomentar que sus participantes aporten y comenten en vez de sólo limitarse a cumplir con las tareas asignadas.
CAPACITACIÓN APLICADA AL SECTOR INMOBILIARIO
Una vez ha quedado clara la importancia de la capacitación laboral, es hora de entrar de lleno a lo que nos interesa. Cuando escuchamos “sector inmobiliario” o “inmobiliaria” lo primero en lo que pensamos es en gente tratando de vender casas o locales, probablemente. Y, si bien sí va un poco de eso, la realidad es que hacerlos conlleva varias cosas: contabilidad, contratos, marketing, administración y urbanismo.
No es sólo decir cuánto vale. Hay que ofrecer aquello que se ajuste al presupuesto del cliente, conocer todos los detalles del contrato para que no se presenten problemas que puedan terminar en demandas para la empresa, utilizar las estrategias de venta que mejor se acomoden al consumidor porque no todos buscan lo mismo ni poseen el mismo tipo de personalidad y, por supuesto, conocer de ubicaciones ideales basadas en clima, temperatura, frecuencia de actividad sísmica o de fenómenos naturales. Esto, por un lado.
Por el otro, el mercado inmobiliario, como todos, presenta cambios. Hace unos años quizás los clientes podían darse el lujo de ser menos exigentes, pero hoy en día obtener una propiedad es mucho más difícil que antes y a esto hay que sumarle que la clientela está cambiando. En la actualidad los compradores buscan dos cosas que antes no teníamos contempladas: 1) experiencias y 2) Responsabilidad Social Empresarial, por lo cual hay que apostar por aquello que ofrezca algo inigualable y además contribuya a la sociedad y esto requiere conocimientos y mucha investigación.
Brindar una experiencia incomparable a un cliente precisa, además de aptitudes para el manejo de las emociones y de las relaciones vendedor-comprador, de actualización constante en las tendencias en el mercado y cabezas creativas e innovadoras que puedan transformar ese conocimiento en ideas nuevas o, de mínimo, ya trabajadas pero con otros enfoques. Asimismo, son necesarios los conocimientos sobre cómo la empresa puede mejorar su entorno a nivel social, económico y ambiental, pues los usuarios también se están fijando en todo eso al momento de elegir una opción.
EL FUTURO DE LA CAPACITACIÓN EN EL SECTOR INMOBILIARIO
El actual contexto de pandemia está obligando a todos los sectores a valerse de la tecnología y el principal reto a corto plazo es que la capacitación sepa cómo migrar a lo digital sin perder mucho en el intento e invirtiendo de manera efectiva para que el gasto que conlleve represente ganancias y no pérdidas.
Por ahora, el formato más popular y que también parece estar dando buenos resultados es el de curso online con videos en línea que la gente pueda ver cuando pueda y con tareas a realizar que las personas puedan subir en foros. Por otra parte, la necesidad de que las empresas migren a lo digital está haciendo que prolifere mucho el contenido en línea, desde posteos simples en redes sociales con flyers o infografías hasta cosas más sofisticadas como podcasts o streams, los cuales además acercan a la empresa con el usuario y vuelven la experiencia un poco más íntima, algo a lo que valdría la pena darle una oportunidad si se desea que el empleado disfrute del aprendizaje y lo asimile de mejor forma.